El cinematógrafo nació en plena época industrial. Los hermanos Lumiére, que llevaban varios años en su invento y habiendo filmado ya más de un centenar de películas de un minuto, se decidieron a enseñar su invento al pueblo de París. Lo presentaron con temor, pues nunca tuvieron excesiva confianza en sus posibilidades artísticas ni menos económicas. Tras muchas negociaciones con diferentes locales, incluido el Folíes Bergéres, encontraron un sencillo local decorado al estilo oriental, el Salón Indio del Gran Café del Boulevard de los Capuchinos. Los Lumiére prefirieron una sala de reducidas dimensiones en razón de que si era un fracaso, pasaría inadvertido. El día de la representación, considerado oficialmente como el primer momento de la historia del cine, esta empieza el 28 de diciembre de 1895.
Uno de los primeros videos presentados por los Lumiére
https://www.youtube.com/watch?v=tz_l8JDYXmc
Los Lumiére tuvieron la precaución (Gubern, 1989) de pegar en los cristales del Grand Café un cartel anunciador, para que los transeúntes desocupados pudieran leer lo que significaba aquel invento bautizado con el impronunciable nombre de Cinématographe Lumiére. La explicación, impresa en letra cursiva, resulta hoy un tanto pintoresca y barroca: «Este aparato -decía el texto- inventado por MM. Auguste y Louis Lumiére, permite recoger, en series de pruebas instantáneas, todos los movimientos que, durante cierto tiempo, se suceden ante el objetivo, y reproducir a continuación estos movimientos proyectando, a tamaño natural, sus imágenes sobre una pantalla y ante una sala entera.». Según Georges Mèliés, que asistió a aquella función primera, aunque al principio el ambiente era de gran escepticismo, cuando los espectadores vieron moviéndose los carruajes por las calles de Lyon, quedaron, cita Gubern, petrificados «boquiabiertos, estupefactos y sorprendidos más allá de lo que puede expresarse».
https://www.youtube.com/watch?v=tz_l8JDYXmc
Los Lumiére tuvieron la precaución (Gubern, 1989) de pegar en los cristales del Grand Café un cartel anunciador, para que los transeúntes desocupados pudieran leer lo que significaba aquel invento bautizado con el impronunciable nombre de Cinématographe Lumiére. La explicación, impresa en letra cursiva, resulta hoy un tanto pintoresca y barroca: «Este aparato -decía el texto- inventado por MM. Auguste y Louis Lumiére, permite recoger, en series de pruebas instantáneas, todos los movimientos que, durante cierto tiempo, se suceden ante el objetivo, y reproducir a continuación estos movimientos proyectando, a tamaño natural, sus imágenes sobre una pantalla y ante una sala entera.». Según Georges Mèliés, que asistió a aquella función primera, aunque al principio el ambiente era de gran escepticismo, cuando los espectadores vieron moviéndose los carruajes por las calles de Lyon, quedaron, cita Gubern, petrificados «boquiabiertos, estupefactos y sorprendidos más allá de lo que puede expresarse».
Ojos humanos
El ojo humano no reproduce nada, solo capta imagenes y el cerebro las interpreta e identifica. El tema de los fotogramas y la velocidad de reproducción es para que el resultado produzca un movimiento lo mas real posible de las imagenes (aprox 24 fotogramas/ seg). Cuantos menos fotogramas, mas velocidad tienen las imagenes. Es lo que pasaba en los primeros tiempos del cine. Pero sea en blanco o negro las imágenes o en color o muy realistas o menos realistas, es el cerebro y la mente los que le dan sentido. Cuanto más realistas, menos se esfuerza la mente por imaginar.
como curiosidad ,la mosca común es capaz de ver una imagen fluida a partir de los 200 fps. Cuando una mosca nos incordia en el cine, lo que ve es una proyección de diapositivas y gente a la que incordiar.
Camila Gutiérrez Balcarce y Alejo M. Cúccaro Arce
El ojo humano no reproduce nada, solo capta imagenes y el cerebro las interpreta e identifica. El tema de los fotogramas y la velocidad de reproducción es para que el resultado produzca un movimiento lo mas real posible de las imagenes (aprox 24 fotogramas/ seg). Cuantos menos fotogramas, mas velocidad tienen las imagenes. Es lo que pasaba en los primeros tiempos del cine. Pero sea en blanco o negro las imágenes o en color o muy realistas o menos realistas, es el cerebro y la mente los que le dan sentido. Cuanto más realistas, menos se esfuerza la mente por imaginar.
como curiosidad ,la mosca común es capaz de ver una imagen fluida a partir de los 200 fps. Cuando una mosca nos incordia en el cine, lo que ve es una proyección de diapositivas y gente a la que incordiar.
Camila Gutiérrez Balcarce y Alejo M. Cúccaro Arce